La mejor estrategia contra la piratería es la comodidad

Desde chico siempre tuve una percepción del software de paga, palabras más palabras menos iba así:

"¿Pagar por Windows? ¡Ja! Que paguen los tontos, yo en los internets1 encuentro todo gratis"

Peor aún, pensaba que este era el sentimiento general, ¿Cómo una persona en sus cinco sentidos iba a gastar en algo que se puede conseguir gratis? Estaba claro que eso del negocio del software solo podía ser para empresas que creaban software para otras, igual de acaudaladas, empresas.

Ahora que al final de todo terminé en los menesteres de la programación, me da mucho gusto estar equivocado. A estas fechas esta más que probado que el usuario común esta dispuesto a gastar en software siempre y cuando les facilites la vida.

Instalaciones sencillas

Al usuario común no le hables de instaladores y drivers, dales un simple botón para comprar, bajar y listo, ni siquiera necesitan saber donde se guardó su aplicación, esos son detalles para nerds como nosotros que leemos blogs. Las tiendas de Apple son un claro ejemplo de esto.

La piratería tiene un costo, aunque este no sea monetario. Sin importar tu nivel de conocimiento tienes que invertir tiempo, encontrar buenas fuentes, arreglártelas sin soporte, falta de actualizaciones y similares.

Y los que son inteligentes en la industria del software, se han dedicado a combatir estos puntos precisamente. Han entendido que no todos esos usuarios que piratean serían sus clientes de cualquier manera. Al contrario, software pirateado es software con marketing gratuito. Han entendido que al combatir la piratería poniendo trabas en sus instaladores y apoyando técnicas absurdas, como al DRM, lo único que logran es afectar a sus usuarios que si pagan, y poco hacen por afectar al usuario pirata, que probablemente ni teniendo dinero pagaría por sus productos.

Servicios agregados

El Kindle de Amazon es mi ejemplo favorito de servicios agregados que te hacen muy difícil el piratear. Y no es porque te obliguen, en un Kindle puedes usar tantas "copias de respaldo" de libros como tu desees sincronizando vía USB, pero lo que te hace adicto a su servicio es la posibilidad de tener tus libros sincronizados entre todos tus gadgets. Es decir, puedes estar en tu sillón favorito con el Kindle y comprar un libro vía su 3G gratuito, lees un rato y cuando sales puedes continuar leyendo en tu iPhone exactamente donde te quedaste mientras esperas el camión. En la noche puedes usar el iPad para leer antes de dormir (que tiene la ventaja de poder leer con la luz apagada, para no despertar a la esposa, claro) y si por alguna razón quieres continuar leyendo en tu laptop, aunque sea de lo más incomodo, pues también puedes.

Estos servicios de sincronización solo están disponibles para los libros que bajas legalmente, y con los precios para eBooks que suele imponer Amazon (usualmente alrededor de los $10 usd) hasta ahorras la mitad comparado con los libros en físico.

Al final la cosa es no darse golpes en el pecho porque hay gente robando tus aplicaciones, sino buscar mejoras en tu servicio que convenzan a esos usuarios de darte su precioso dinero.

La industria de la música podría aprender mucho del mundo del software.


  1. ^

    Intercambiable por CDs o Diskettes conseguidos en el baratillo, según tu número de primaveras cumplidas.